Por su posicionamiento geográfico

Gran Canaria se ubica en la costa nordeste de África, a 210 kilómetros del Sahara Occidental. Los vientos alisios, la corriente fría de Canarias y su altitud, le permiten tener un clima diverso en una isla de apenas 1.500 kilómetros cuadrados, presentando áreas semidesérticas, pinares, bosques húmedos subtropicales, etc.; generando, junto con su condición de isla oceánica, una biota exclusiva convirtiéndola en unos de los puntos calientes de biodiversidad del territorio europeo.

Esta diversidad natural, se está viendo amenazada por los efectos del cambio climático, que, debido a su ubicación geográfica, la hacen extremadamente vulnerable. Dicho problema no es meramente ambiental, sino que se trata de una amenaza que pone en riesgo todo el tejido socioeconómico de un territorio tan frágil y dependiente, como son las poblaciones de las islas oceánicas.

Así, pues, territorios como la isla de Gran Canaria, se convierten en un marco ideal para el desarrollo de iniciativas capaces de superar el desafío que implica el cambio climático, con el fin de adaptarse y mitigar sus impactos.

En este sentido, las soluciones han de ser transversales y deben impulsar la transformación de nuestra forma de relacionarnos con el medio, de nuestro modelo económico o de nuestra movilidad. En definitiva, Canarias en particular y la humanidad en general deben de cambiar su paradigma socioeconómico hacia una visión más sostenible y respetuosa con el medio, a la vez que generamos oportunidades en nuevos nichos económicos de empleo verde que permitan alcanzar mayores cotas de prosperidad.

Por ser un laboratorio internacional

Gran Canaria ya es un laboratorio del nuevo paradigma sostenible del siglo XXI. En Gran Canaria se están desarrollando importantes iniciativas sostenibles de carácter innovadoras:

Para ello, Gran Canaria cuenta con un ecosistema innovador, que le permite emprender y liderar múltiples proyectos en infinidad de áreas como la energética, gestión del agua, movilidad, turismo, digitalización, etc., concentrando en un pequeño territorio todas las capacidades técnicas necesarias para la puesta en marcha y testado de nuevas medidas de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático.

Por el liderazgo de la sociedad civil y sus administraciones públicas

Un ecosistema innovador como el grancanario no surge de manera espontánea, sino que es producto del esfuerzo conjunto de diferentes actores. La sostenibilidad requiere el liderazgo y la responsabilidad la ciudadanía, las organizaciones sociales y las empresas junto con el sector público.

La apuesta del Cabildo de Gran Canaria junto con diferentes instituciones insulares por convertir a la isla en un laboratorio ideal para implantar el nuevo paradigma de la sostenibilidad en Europa es indiscutible.

Pero este cambio no solo se está dando desde un punto de vista energético o de gestión recursos naturales. El cambio impulsado por el Cabildo de Gran Canaria es transversal e inclusivo, mejorando la soberanía alimentaria, impulsando la digitalización y todo ello sin perder de vista la cohesión social, impulsando la integración de toda la sociedad en este proceso y, como no, con la igualdad y derechos sociales como base indiscutible de este cambio.

Por todo ello, Gran Canaria es el marco idóneo para la celebración de este primer foro internacional de Ecoíslas, porque Gran Canaria quiere aunar esfuerzos con otros territorios insulares para el impulso del cambio socioeconómico que debe de darse en todo el continente europeo, ofreciéndose para ello como laboratorio natural de la puesta en marcha y banco de pruebas para proyectos y tecnologías que persigan dicho objetivo.